La Casa Blanca había dicho que Buena Vista Social Club sería el primer artista o grupo con sede en Cuba que actuaría bajo su techo en más de cinco década. La orquesta cubana Buena Vista Social Club toca en la Casa Blanca, en Washington, como parte de las celebraciones del Mes de la Herencia Hispana y el 25to aniversario de la Iniciativa de la Casa Blanca sobre Excelencia Educativa para los Hispanos. Por primera vez en más de 50 años, una orquesta con sede en Cuba tocó en la Casa Blanca.
La orquesta Buena Vista Social Club se presentó ayer en una recepción con motivo del Mes de la Herencia Hispana y el 25to aniversario de la Iniciativa de la Casa Blanca sobre Excelencia Educativa para los Hispanos. El presidente Barack Obama tenía previsto pronunciar un discurso en el evento, al cual fue invitado el embajador de Cuba en Estados Unidos. La Casa Blanca había dicho que Buena Vista Social Club sería el primer artista o grupo con sede en Cuba que actuaría bajo su techo en más de cinco décadas. La presentación se produjo en momentos en que ambos países, enemigos de la Guerra Fría cuyos líderes sorprendieron al mundo hace casi un año al anunciar que restauraban las relaciones diplomáticas tras más de medio siglo de hostilidad, están entibiando nexos.
Obama y el presidente cubano Raúl Castro se reunieron dos veces y hablaron por teléfono desde su asombroso anuncio en diciembre. Buena Vista Social Club comenzó como un centro social con membresía en el barrio habanero de Marianao para músicos y artistas negros y mulatos basados en la isla entre los años 40 y principios de los 60.
En su apogeo, fomentó y continuó desarrollando estilos musicales de la tradición afrocubana como el son, que es la base de la salsa. En la década de 1990, décadas después de que había cerrado, el club inspiró un álbum grabado por el músico cubano Juan de Marcos González y el guitarrista estadounidense Ry Cooder con artistas cubanos tradicionales.
A pesar de la muerte de algunos de sus miembros clave, la cantante y bailarina cubana Omara Portuondo, el guitarrista y vocalista Eliades Ochoa, el laudista Barbarito Torres, el trompetista Manuel “Guajiro” Mirabal y el trombonista Jesús “Aguaje” Ramos comenzaron a diseminar la música cubana por el mundo. La grabación se convirtió en un éxito internacional y llegó a ser el álbum cubano más vendido de la historia. El grupo se encuentra en medio de una gira mundial de despedida.