El Real Madrid logró una balsámica victoria en Riazor que es lo que quería, lo que necesitaban los blancos para seguir alejando la crisis que se instaló en el Bernabéu tras caer ante la Real Sociedad y Atlético de Madrid. Aunque la mejor noticia para los de Ancelotti del encuentro de Riazor es que parece haber recuperado su pegada, su mejor arma.
¿Y el juego? Pues el paciente sigue igual, con rachas de buen fútbol y otras en las que el Madrid se convierte en un equipo horizontal, aburrido, previsible. En resumen, sin la continuidad que quiere encontrar Ancelotti, Aparte de eso, en Riazor, el conjunto blanco siguió con sus lagunas, sus siestas en la segunda mitad. Ante el Deportivo, los blancos sentenciaron el encuentro en la primera mitad para en la segunda, volver a sufrir un bajón físico, de actitud que revitalizó al Deportivo que en el arranque de los segundos 45 minutos puso en muchos problemas al Real Madrid que esta vez supo reaccionar con el gol de Bale que cerraba su triunfo.
El equipo gallego, que ya perdía por 0-3, se quitó todos los miedos y se fue a por un equipo blanco que dejó el partido sentenciado en la primera parte gracias a su pegada, pero también a los errores de los centrales y de Lux, su portero. Y eso que el meta salvó el 0-1 de Bale en el minuto 15 en la acción más destacada de la primera media hora de la primera parte, muy aburrida, con el Deportivo intentando no perder su posición en el campo y cerrando todos los huecos de un lento Madrid.
Todo cambió en el minuto 29 con el 0-1 de Cristiano que remató de manera fenomenal un centro de Arbeloa. El portugués dejó en evidencia a los centrales del Deportivo para marcar el gol. A partir de ahí, el Real Madrid tomó el mando del encuentro, aunque tampoco como para tirar cohetes, pero demostrando que había recuperado su pegada. James marcó el 0-2 en el minuto 36 de un gran zurdazo desde fuera del área y Cristiano repitió en el 41′ tras una salida a lo loco de Lux que intentó frenar a Benzema casi en el centro del campo y provocó que Cristiano marcara a puerta vacía en fuera de juego, eso sí, pero ni el árbitro ni el asistente lo señalaron.
Al descanso se llegó con ese 0-3 y con el partido sentenciado para el Madrid. O eso parecía porque en la reanudación, el Deportivo se fue a por la meta de Casillas y los de Ancelotti volvieron a desaparecer como el Guadiana. Las esperanzas de remontada gallegas comenzaron en el minuto 51 con un penalti por manos de Sergio Ramos que convirtió Medunjanin. El 1-3 le dio alas a un Deportivo y le metió el miedo al Real Madrid que temía otra remontada del rival. Ancelotti decidió entonces cambiar el sistema. Dio entrada a Illarramendi por Benzema para jugar con un 4-4-2 con Bale y Cristiano arriba.
El Madrid mejoró con ese cambio, pero también por los errores de los centrales del Deportivo y de Lux. De eso se aprovechó Bale para acabar con los miedos blancos con dos goles en los minutos 66 y 74. Un 1-5 que ponía fin a los temores del Real y por si quedaba alguno, Cristiano marcó el 1-6 en el 78. Aún quedaban dos goles más, el gol de Toché en el 84′ para poner el 2-6 y el estreno de Chicharito que puso el 2-7 en el 88′ y el 2-8 en el 90′. Así acabó el partido en el que el Real Madrid logró una goleada balsámica.
Extraído de mundodeportivo.com
