Con goles de Neymar, Rakitic, Sandro, Pedro y Messi el Barça sigue en lo alto de la tabla. Todo lo contrario que los grantos, que se quedan en la zona de abajo con un solo punto. ¡Muy buenas noches!
El Barça mantiene el liderato con cuatro puntos de ventaja sobre el Atlético y seis por encima del Madrid, por citar a los dos teóricos rivales por el título, tras golear al Levante en el Ciutat de València. Al equipo azulgrana le costó abrir el marcador y sufrió algún susto en la primera media hora, pero cuando Messi encontró a Neymar entró el primero y el equipo de José Luis Mendilibar, que se quedó con diez en el 40′, acabó encajando cinco que pudieron ser varios más. Messi, que falló un penalti y dio dos asistencias, cerró la goleada con una obra de arte. El Barça, por cierto, sigue imbatido y el Levante sigue sin marcar. En eso no hubo sorpresa.
Llevaba Neymar media hora algo despistado, como jugando el partido por instagram, dando argumentos a los que le ven en ocasiones demasiado frívolo. El Levante comenzaba a crecerse animado por la falta de definición del brasileño, que perdonaba dos ocasiones muy claras. Se quedó sin luz ante Jesús en el 20′, tras una gran combinación entre Messi e Iniesta, y cabeceó fuera, con miedo, un pase largo de Mascherano cuando el portero local ya le había dejado la portería vacía con una mala salida. Los dos errores, unidos a un par de florituras de cara a la galería y a otro par de piques absurdos con los defensores rivales, hacían pensar en que Neymar estaba fuera del partido.
Pero el crack brasileño es así y así habrá que quererle. De repente regresó de su viaje espiritual a Milán y en el 33′ llegó a la línea de fondo tras dejar a varios rivales sentados por el camino. Su centro no encontró rematador, pero ese era el Neymar esperado, el jugador que desequilibra en el uno contra uno, decidido. Envalentonado por su gran acción individual, en la acción siguiente buscó el desmarque en diagonal y encontró el pase de Messi para driblar a Jesús y marcar a portería vacía. Busquets, como en los dos goles de Neymar ante el Athletic, había iniciado la jugada.
Messi, que le dio la asistencia, ya había sido el jugador que cambió el lento ritmo de partido hacia el minuto 15. El argentino, que no había tocado el balón, perdido en un mar de piernas, comprobó desde la lejanía que el Levante no sólo se defendía. Dos errores de Mathieu ante la presión de los de Mendilibar le dieron un par de sustos a Bravo, en especial una internada de Morales en el 15′ que obligó a Rakitic a jugarse el físico para evitar el gol de Casadesús a portería vacía.
Leo dijo basta, comenzó a pedirla y su primer pase ya dejó solo a Alba ante Jesús en el 16′, pero el lateral zurdo remató muy desviado. Luego llegó la mencionada conexión del argentino con Neymar en el 0-1 y el ’10’ acabó decidiendo en el 40′ al provocar la expulsión de Vyntra tras controlar un servicio de Iniesta y con todo a su favor para marcar. También fue penalti, claro, pero lo falló de forma estrepitosa con uno de los peores golpeos con la zurda de su carrera. No importó porque Rakitic le corrigió antes del descanso con un misil desde fuera con la derecha que significó el 0-2.
La segunda parte comenzó con la lesión de Neymar, gafado una vez más ahora que encadenaba dos buenos partidos seguidos. Pero Messi seguía entero, quizás sin suerte ante el gol propio, pero generoso hacia los demás. El canterano Sandro, sustituto del brasileño, marcó con precisión el 0-3 tras otra asistencia magistral del ’10’, que en el 0-4 ya fue por una vez espectador en una bella combinación entre Sandro y Alba que cerró el lateral con un regalo a Pedro, que se estrenó en esta Liga.
Luis Enrique, que con la lesión de Neymar tenía bastante, entendió que el partido estaba ventilado y pudo hacer rotaciones ‘en vivo’ y no en la pizarra, dando entrada a Xavi por un amonestado Busquets y a Sergi Roberto por un ovacionado Iniesta.
Messi, como no podía ser de otra forma, no había dicho su última palabra y se arrancó la espina del penalti con un gol antológico. Tras un fallo de Jesús, tuvo la sangre fría de caracolear y lograr el 0-5 con una vaselina con la derecha por encima del portero y de varios defensas. Mathieu perdonó el sexto, pero el Levante tampoco merecía tanto castigo.
Extraído de mundodeportivo.com
